La NASA ha compartido imágenes inéditas del asteroide Bennu, cuyas muestras fueron colectadas y traídas de vuelta a la Tierra por la sonda OSIRIS-REx. Estos resultados preliminares ofrecen un material de gran valor que podría arrojar luz sobre los orígenes de la vida en nuestro planeta.
Bennu, un asteroide de 500 metros de diámetro, fue el objetivo central de esta misión. Tras el exitoso retorno de las muestras, la NASA presentó estas en una transmisión en vivo el 11 de octubre, revelando una rica presencia de compuestos de agua y carbono.
Bill Nelson, administrador de la NASA, destacó la importancia de este logro: «Esta es la muestra de asteroide más rica en carbono jamás traída a la Tierra. Las misiones de la NASA, como OSIRIS-REx, mejoran nuestra comprensión de asteroides potencialmente peligrosos y proporcionan información sobre el vasto universo.»
La odisea de OSIRIS-REx comenzó en septiembre de 2016 y culminó con su llegada a Bennu en diciembre de 2018. A lo largo de los siguientes 22 meses, la sonda estudió minuciosamente el asteroide en busca del punto perfecto para recolectar las muestras.
La recolección, realizada en octubre de 2020, presentó desafíos inesperados debido a la porosidad de la superficie del asteroide. Esto provocó que la sonda se hundiera más de lo previsto y que algunas muestras se perdieran en el espacio. Sin embargo, se logró recuperar la mayor parte del material, y en mayo de 2021, la sonda comenzó su viaje de regreso a la Tierra.
El 24 de septiembre, la cápsula de retorno de OSIRIS-REx aterrizó en el desierto del norte de Utah. Luego, las muestras fueron transportadas al Centro Espacial Johnson (JSC) de la NASA para su procesamiento y almacenamiento. Aunque la cantidad exacta de material traído sigue siendo incierta, las estimaciones sugieren que se superan los 400 gramos, mucho más de los 60 gramos requeridos por la misión.
En los próximos años, JSC distribuirá porciones de las muestras de Bennu a investigadores de todo el mundo. Sus estudios en profundidad identificarán compuestos de carbono, lo que podría arrojar luz sobre los orígenes de la vida en la Tierra. Muchos científicos teorizan que asteroides como Bennu pudieron desempeñar un papel crucial en la llegada de elementos esenciales para la vida en nuestro planeta.
Bennu, como remanente de la fase de formación planetaria de nuestro sistema solar, puede proporcionar datos valiosos sobre la formación y evolución planetaria. A medida que desentrañamos los misterios de este antiguo asteroide, tenemos acceso a un verdadero tesoro de información sobre los comienzos de nuestro rincón del espacio.
Los primeros análisis revelan un abundante material de carbono y la presencia de minerales arcillosos con contenido de agua. Dante Lauretta, investigador principal de OSIRIS-REx en la Universidad de Arizona, señaló: «Estos hallazgos nos acercan más a la comprensión de nuestro universo y los posibles orígenes de la vida».
Mientras que la cápsula de retorno ha cumplido con su misión, la nave espacial OSIRIS-REx continúa su trayecto. Ahora se prepara para explorar otro asteroide, Apophis, cuya llegada se espera en 2029 como parte de la ampliada misión OSIRIS-APEX.
